C.C. Capano

Capano es una comunidad del distrito de Capachica, distrito que es parte de la provincia y región de Puno. Tanto como el distrito y la comunidad campesina de Capano tienen una presenciade muchos años en el Altiplano y por esta localidad han pasado grupos humanos diversos, como: los Puquinas, Los Uros, Aimaras y actualmente los Quechuas y Uros. Dentro de los documentos registrados a nivel de escritos, Capano como ayllu aparece en los registros de la visita del Virrey Toledo al sur del Perú en el año de 1573, por esos días Capachica y ayllus (Capano) es registrado como repartimiento,  estaba regentado por Diego de Peralta posteriormente es heredado a su hijo del mismo nombre.
La Comunidad Campesina de Capano por su ubicación geográfica, como las otras comunidades que conforman el distrito, tiene su propia historia, sus propias manifestaciones culturales, y la forma de gestión económica y social.  Por eso hemos considerado a la Comunidad Campesina de Capano como CULTURA VIVA y muestra de una realidad de ayer y  hoy. Por su práctica cultural, agrícola y ganadera, su cosmovisión, y la manera de integrarse a las nuevas formas de vida que se presenta en el mundo.
Dentro de las manifestaciones culturales, donde se pone de manifiesto sus costumbres, el mantener la historia en la memoria colectiva comunal y además el mantener la historia del devenir de cada familia, es sumamente interesante. El mantener las técnicas de transito en el Lago Titicaca, de la pesca, es sumamente importante y que a la fecha no han sido escritos, pero está ahí presente en la memoria colectiva y a la vez es  transmitida de generación en generación.
Por todo ello, y mucho más, Capano cultura viva para el mundo.
Lic. Domingo Paucar Pari

A su vez quiero sugerir tener en consideración este contenido que publica José Ignacio López Vigil:



¿Para ejercer el periodismo ¿se necesita un título profesional?

En muchos países de América Latina y el Caribe todavía se discute sobre la necesidad de tener un título profesional (es decir, obtenido en una Escuela o Facultad de Comunicación) para poder ejercer el periodismo.

Este tema merece una pequeña reflexión. Veamos qué dice la Declaración de Principios de la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos:

La colegiatura obligatoria o la exigencia de títulos para el ejercicio de la actividad periodística constituye una restricción ilegítima de la libertad de expresión.

¿Por qué?, dirán algunos. ¿No necesitan los médicos un título para poder ejercer la medicina y los arquitectos para ejercer la arquitectura? Pues es lo mismo, los periodistas necesitan un título para ejercer su profesión.

No es lo mismo. Porque no existe un “derecho universal” a curar gente ni a levantar casas. Pero sí existe el derecho universal a la libre expresión de ideas y opiniones. Veamos el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos:

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión. Este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
No hay dónde perderse. Pero, por si acaso alguno insiste, ahí está el artículo 13 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos:
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
Es decir, para informar o difundir ideas de toda índole por cualquier medio de comunicación el único requisito es ser humano.
Alguno dirá: ¡Si así es la cosa, mejor cerremos las facultades de comunicación!

De ninguna manera. Mejor abramos más facultades de comunicación. Porque necesitamos que quienes están detrás de los micrófonos o delante de las pantallas, o en las salas de redacción de los periódicos y revistas, se capaciten cada día más. Ojalá que todos quienes sienten la vocación de comunicadores y comunicadoras sociales pudieran ir a la universidad y formarse lo mejor posible. Pero no por lo que consiguieron ellos van a negarle al resto de la población el derecho a la palabra y a la imagen pública.

Quien pueda ir a la universidad, tendrá más oportunidades laborales por su mejor preparación y seguramente realizará un mejor trabajo comunicativo. Que se alegre por ello.
Todavía algún egoísta dirá: ¿Y para qué estudié yo si todo el mundo puede ser periodista?
La respuesta es fácil y generosa: estudiaste para mejorar tus capacidades y competencias, para distinguirte por tus conocimientos y, sobre todo, para servir mejor a tu pueblo. ¿Te parece poco?
 
Fuente:
www.radialistas.net/cip.php?id=1400396
www.radialistas.net


Lic. Domingo Paucar Pari

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